Cuando los niños se sienten amados, aprenden a amar

Existen ciertas cosas que no cuentan con manuales ni se enseñan en la escuela, y el  amor saludable, que es clave en todas las familias es una de ellas.







  Un hecho incuestionable que muchas veces es ignorado es que los niños aprenden a amar solo cuando recibieron amor durante su infancia, cuando se sintieron amados por sus padres y ellos les dieron un cuidado sensible.


  Un reciente estudio fue publicado por la revista Child Development reveló que uno de los mejores fundamentos para que los hijos prosperen en su vida y tengan una buena estabilidad emocional, no es tanto la disciplina ni la estimulación temprana, ni siquiera es la educación en valores,  sino sencillamente la sensibilidad y el amor que les demuestren los padres.


Las primeras experiencias cuando somos niños nos marcan para toda la vida


  Los psicólogos demostraron que a los 30 años los adultos que cuando fueron niños tuvieron padres disponibles emocionalmente, ellos además de haber tenido las mejores calificaciones en la escuela, también demostraban ser más maduros y estables en cuanto a sus emociones.


  Esa disposición emocional de los padres es simplemente saber reconocer las necesidades de sus hijos y satisfacerlas con amor rápidamente. Los niños criados así, en especial en sus tres primeros años de vida, llegan a desarrollar un apego seguro y estable. 

  Esto favorece que puedan estar más abiertos a experimentar nuevas experiencias y sentirse seguros en el proceso, pues serán personas con mejor autoestima, seguras de sí e independientes.


 Nuestro crecimiento emocional depende por completo de las primeras emociones y enseñanzas con que nos crían nuestros padres. 


   Si nos dieron un amor incondicional, resulta más probable que al ser adultos, sepamos amar y no tengamos miedo al compromiso. Además de que tampoco desarrollaremos una dependencia emocional ni tengamos un cariño posesivo por los demás.  

  Por el contrario, si nuestros padres condicionaban su amor a nuestras buenas o malas conductas que hubiéramos tenido, eso haría posible de adultos seamos personas dependientes de las opiniones de los otros, inseguras y que piensan que no merecer amor.


5 claves para poder educar con amor


1. Siempre brinda un amor incondicional


  La única manera de nutrir una autoestima sana es con un amor incondicional. Para esto debes  asegúrate de que tus hijos saben que los amas, sin importar si se equivocan o no siempre cumplan tus expectativas. incluso si se comportan mal.


 Nunca debes cansarte de decirles y demostrarles que los quieres, en especial luego de un regaño, pues es entonces cuando más necesitan esas palabras. Recuerda que se puede disciplinar con amor.


 

2. Siempre respeta su individualidad


 El amor no solo es demostrar cariño, también implica respeto, en especial con las opiniones o decisiones con las que no estamos de acuerdo. Y un amor excesivo puede  causar tanto daño como la falta del mismo.


 Es por esta razón que resulta tan importante que tengas presente que tus hijos no son tu propiedad y que aprendas a respetar y valorar sus gustos, motivar su autonomía y tener siempre en cuenta sus decisiones. Eso enseñará a los niños que pueden amar sin la necesidad de poseer.


3. Dales tu tiempo


 Al amor no puedes demostrarlo solo con palabras, también tienes que confirmarlo con hechos. Es por esto que el regalo más grande que puedas darle a tus hijos es dedicarles tu tiempo. 


 Tienes que pasar todo el tiempo de calidad que puedas con ellos, ratos en donde todos disfruten de la presencia de la familia. Y recuerda que esos momentos son fundamentales, porque son los que cimentarán los lazos emocionales que los ligarán para siempre.      

4. Escúchalos


   Muchos padres generalmente no dan importancia a los problemas y las cosas que preocupan de sus hijos, restando valor porque las consideran "cosas de niños”. 


  Y aunque es posible que en verdad sus dificultades sean pequeñas, si las comparamos con las que tendrá que enfrentar algún día en su vida, en ese mismo momento, esos problemas son muy importantes para tu hijo.

   Y por eso, tu hijo espera que sus padres presten atención a sus preocupaciones, y que lo ayudes a resolverlo o que al menos le des tu apoyo emocional.

5. Motívalos


  Amar de verdad, lejos de atar a la otra persona, significa ayudar a que pueda extender sus alas y que pueda volar lo más lejos y alto posible. El verdadero amor no es una jaula, sino es permitir que el otro crezca. 


  Así es que es muy importante que no protejas por demás a tus hijos, sino que los motives a descubrir el mundo. Tu función no es resolver sus problemas y hacer todo el trabajo por ellos, sino darles tu apoyo en los momentos difíciles.

Fuente: Etapa infantil

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