«Si tus hijos dicen estas 10 frases es porque los estás educando muy bien», revela este profesor

Un profesor español que dicta clases en la ciudad de Santiago de Compostela publicó en una página un listado de 10 frases. Según afirma, si los niños acostumbran decirlas significa que sus padres están haciendo un muy buen trabajo con su educación.


  Este es el primero en reconocer que educar a los niños no es un trabajo sencillo. Y con muchos años de experiencia tiene autoridad para decir que hay indicios inconfundibles que señalan cuando los niños tienen una buena educación traída desde casa.  
 
  Víctor Arufe dicta clases en la facultad de Educación de la Universidad de La Coruña, y admite que admira a los padres "que no se dejan influenciar por las modas pasajeras que abundan en los ámbitos escolares". Aunque también se lamenta porque cree que están en peligro de extinción y son cada vez menos. En cambio muchos se guían por las modas y en sus hogares acaban sometiendo a sus hijos a régimenes de características casi milicianas.

  «Es lógico que los niños demanden satisfacer todos sus antojos pues no son realmente conscientes, de las consecuencias que pueden tener estas a largo plazo. Sin embargo, los padres tienen derecho a negarse, y en muchos casos la responsabilidad de hacerlo. Y estas negativas no tienen por qué ser dañinas necesariamente, en muchos casos les enseñarán a tener valores como la paciencia o sobrellevar la frusttración o el aburrimiento. 

  Los problemas llegan cuando los padres ceden porque les es más cómodo hacerlo. El trabajo les demanda demasiado tiempo y quieren evitar un berrinche que agote su paciencia y entonces terminan por ceder ante sus hijos", explica.


   Y este profesor descubrió una lista de dichos que cuando las pronuncian sus hijos, revelan a esos padres "a punto de extinguirse"  pero que tanto admira. Pues no se dejan dominar por las modas del momento.

1. Todos mis amigos tienen más y más nuevos videojuegos que yo.


   El profesor explica que un juego o dos es suficiente. Y cuando escucha esta frase, sabe que los padres del niño se preocupan para que jugar videojuegos no sea lo único que hace todo el día.

  «Un juego hogareño y otro portátil, por si hiciera falta en un viaje. Eso es más que suficiente para cubrir un razonable tiempo de ocio para dedicar a los videojuegos.

  Si los padres permiten que sus hijos se acostumbren a tener la última versión de cada juego y consola, esos padres podrán convertirse en muy buenos clientes de las compañías. Pero no en buenos educadores».

2. A mis amigos sus padres les dejan ver 'realities' y otros programas de TV por la noche.


  "Ante estos planteamientos, lo mejor es respirar profundo y contar hasta diez", aconseja el profesor. Las comparaciones pocas veces son provechosas, y por eso recomienda responder con una pregunta a los hijos: ¿en qué crees que ver esos programas ayude a tu crecimiento personal, qué te pueden enseñar de bueno esos programas?


3. Quiero un perro como el del vecino y nunca me lo compras.


  En este caso el profesor recomienda averiguar si sus hijos se harán responsables de la mascota. Antes de comprarla. Deben saber que no es un juguete sino un ser vivo, y debeen alimentarlo y limpiar lo que ensucia todos los días. Darle de beber y sacarlo a pasear y eventuarlmente llevarlo al veterinario. Si acuerdan ser responsables de sus necesidades, entonces podrán tener al perro.


  4. No quiero hacer tanto deporte.


   Si dicen esta frase, es que sus padres van por buen camino. "Hay muchos niños haraganes que odian el esfuerzo. Y el deporte es la mejor manera para que desarrollen valores y aptitudes com el sacrificio o la resilencia, la tolerancia al fracas y la constancia para ser mejores".
 

  Estas enseñanzas les serán de gran valor en el mundo de los adultos. Si los dejan, los niños optarán por el sedentarismo, y esto tarde o temprano afectará mucho y para peor a su desarrollo personal. 

"Desde pequeños hay que habituarlos a hacer deportes. Hacer deporte en un principio no les gustará. Sin embargo al crecer serán personas más sanas." 

5. Jamás me compras ropa de marca.


   «Lo importante es tener la ropa. ¿Qué importancia tiene que toda sea de Nike o no? Además, marca no siempre significa calidad, explica el profesor.  
 

  Y si estos argumentos no le bastan, puede que lo haga el decirles que van a estar vestidos como los otros nada originales veinte chicos que salen del shopping y que no a todos les sienta bien lo que llevan.

  Es mejor enseñarles a sentirse cómodos con su rupa, la importancia de su calidad y cómo les quede. Y que pueden llegar a comprar algo más con lo que ahorran por no comprar de determinada marca más cara».


6. Mis amigos van siempre  a comer en Mc Donalds y nosotros no vamos nunca.


  Cuán malos son los  padres que cocinan comida casera y natural. Y qué buenos los que los llevan siempre a comer chatarra..., dice irónicamente este profesor.

   Disfrutarán mucho más si van ocasionalmente a un Burguer King y no todo el tiempo. Y su salud no se verá resentida por ello. No haber dejado que abusen de la comida rápida será algo que agradecerán al crecer».


7. Todos mis amigos tienen smartphones menos yo.
 


  "Para tener un smartphone deben ser responsables. Tienen que aprender a gestionarlo y que entiendan el gasto que representan. Tienen que cuidarlo y no usarlo todo el tiempo ni en cualquier horario del día. Además, deben conocer los riesgos y que no cualquiera conozca su número, y advertirles sobre las consecuencias del bulling", advierte el profesor.    




8. Todos mis amigos tienen Instagram.


  Arufe no da concesiones en este punto. es tajante. «No puedo creer a los padres que dejan que sus hijos menores de edad se enganchen a las redes sociales. Allí comparten todo el tiempo fotos de su cuerpo llenas de filtros que desvirtúan la realidad. Y además, los exhiben a cualquier desconocido. 

  ¡Este necesita mentes sabias, no cuerpos bonitos!».


9. Mis amigos se acuestan  siempre a la hora que quieren.


  El profesor sugiere que deben existir solo 2 horarios para acostarlos: el horario común para los días escolares y el del fin de semana".

  Este sistema de horarios establecidos funciona para que los niños no vayan mal dormidos a la escuela. Si lo hacen no pueden concentrarse y su desempeño escolar será muy malo. No podrán prestar atención a lo que dice el profesor y terminaran con un fracaso escolar. Pero a la vez, el horario de fin de semana les marca la diferencia de responsabilidades del día y les permite disfrutar un poco más de la vida en familia.

10. A todos mis amigos les dan más mesada que a mi.


   No los habitúes a tener grandes pagos sin esfuerzos, terminarán creyendoq ue se trata de un derecho. Y esto no es para nada así.  Esto pronto creará problemas en la familia pues sus necesidades cambiarán y cada vez pedirán más porque se sienten con el derecho a hacerlo. "



Fuente: Diario Uno
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