Un dictado al día en las escuelas para aprender las reglas ortográficas

 A lo largo de las últimas décadas, la educación ha experimentado significativos cambios, abandonando antiguas estrategias con la introducción de nuevos métodos de enseñanza.



Entre estos cambios, el dictado, un método arraigado en la tradición educativa, ha perdido relevancia, incluso llegando a ser cuestionado en algunos programas televisivos que evaluaban el conocimiento ortográfico.

Este declive del dictado se atribuye, en parte, a teorías que sugieren que esta práctica puede limitar la creatividad y la libre expresión de los estudiantes. En muchos entornos educativos, el dictado y la lectura en voz alta han sido percibidos como tareas monótonas que no fomentan de manera efectiva el aprendizaje del idioma.

Sin embargo, esta perspectiva ha generado debate sobre la efectividad real de estos cambios en la educación y si han logrado los resultados esperados.

Un dictado diario en las escuelas se plantea como una estrategia para abordar la disminución en el conocimiento de las reglas gramaticales y ortográficas del francés, evidenciada por estadísticas que muestran un descenso del 51% al 45% en el dominio de estos aspectos entre 2010 y 2015.

La propuesta también busca revitalizar la calidad educativa en Francia, que ha experimentado un declive en comparación con su posición previa como una de las instituciones educativas más eficientes del mundo.

El dictado cumple diversas funciones educativas fundamentales. En primer lugar, durante la realización del dictado, se desencadena un proceso de comprensión y retención de la estructura semántica del texto.

Los estudiantes no solo deben identificar las palabras, sino también comprender el contenido para poder escribirlo con precisión. Por lo tanto, más allá de mejorar la ortografía y conocer las reglas gramaticales, el dictado contribuye al desarrollo de la comprensión lectora.


Además, el dictado es una herramienta útil para que los estudiantes amplíen su vocabulario y mantengan un seguimiento más efectivo del hilo de la lectura.

Los dictados creativos representan otra modalidad, donde el maestro proporciona adjetivos, sustantivos, verbos y adverbios, y los estudiantes añaden artículos, preposiciones, pronombres y conjunciones para completar el texto.

Adicionalmente, el dictado se utiliza como herramienta de evaluación y autoevaluación. Los estudiantes pueden identificar y corregir sus errores, identificando áreas en las que necesitan mejorar.


Simultáneamente, los profesores pueden evaluar el progreso de la clase y determinar qué aspectos requieren mayor atención y refuerzo.


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