Mascotas que "salvan" personas: cuando somos rescatados por un animal

Muchas veces los humanos rescatan animales, pero también muchas más veces quienes rescatan a esas personas son sus mascotas. Esos perros y gatos que llegan a la vida de sus humanos cuando más los necesitan y los salvan al regalarles ese amor desinteresado que los rescatan de su soledad y tristeza.   



  Especialistas y psicólogos sociales de todo el mundo aseguran que los animales domésticos como los perros se vinculan con las personas desde hace milenios, como parte de un ciclo evolutivo conjunto donde estos animales eran parte del grupo social.   


  El reconocido biólogo Edward Osborne Wilson, explica este fenómeno como “biofilia”, una relación donde los grupos de humanos que contaban con uno o más perros, poseían ventajas para sobrevivir, para cazar o defenderse de otros grupos. Esta unión entre el ser humano y los perros nos ayudó a entender mucho mejor la naturaleza, sus ciclos y cómo administrar sus recursos. 

  Desde ese entonces, y aun teniendo en cuenta que un perro no es un ser humano, nuestro cerebro reconoce el valor de su presencia y libera la hormona del cariño cuando los tenemos cerca o los abrazamos.  


  Es una relación mágica, y es por esto que en verdad estas mascotas tantas veces son las que en realidad nos rescatan a nosotros de nuestras soledades con su compañía leal y desinteresada.  

 

Un perro de Afganistán rescató a su amigo humano


   Existen incontables historias alrededor de todo el mundo y a lo largo de la historia que cuentan cómo estos animales han salvado a personas. Pero hay una historia reciente y muy especial de un perro que “rescató” emocionalmente a un joven soldado que había sido enviado a Afganistán. 


  El joven soldado se llama Graig Grossi, y apenas llegar a esta conflictiva región durante una noche, su guarnición fue atacada y rodeada por los rebeldes. Pensó que sería su fin, pero tras una larga noche donde no cesaron los ataques, llegó el día y menguaron los ataques.    

  A su alrededor vio que todo estaba destruido, coches retorcidos y quemados, y un caos de polvo y ruinas, pero entre todo ese desastre, había un perrucho flaco y maltrecho asustado a unos metros de él. Primero pensó en llamarlo, pero recordó las historias de perros callejeros que atacan personas y lo dudó.   

 

  Pero este perrito era diferente. Apenas vio al soldado se levantó y se le acercó para hacerle compañía. Graig se salvó aquel día, y además halló un amigo al que llamó Fred, que no se se le separaba y se convirtió en la mascota de la unidad y le dio su amistad y apoyo en los momentos más duros. 



  Y cuando debían movilizarse a otra región, los amigos humanos de Graig lo ayudaban a esconder a Fred para llevarlo con ellos a donde fueran y mantener unido al "equipo".    


  Pero el temor de que su nuevo amigo fuera herido hizo que Graig llegara a un acuerdo con los trabajadores de DHL y luego de insistir un poco, pudo enviar a su amigo Fred a escondidas hasta Estados Unidos, para que lo cuidaran sus padres hasta que volviera. 

  Pero tristemente, apenas unos días después de que Fred hubiera llegado a EEUU, el grupo de Graig fue atacado y él fue herido por un cohete, que le provocó una  lesión cerebral.

  Este joven y valiente marine pasó un largo período en coma, pero durante todo ese tiempo no dejó de soñar con su amigo canino, que de algún modo estuvo haciéndole compañía. 


  Y cuando al fin se recuperó y volvió a casa junto con su familia y su nuevo amigo, decidió que esta experiencia debía servir para algo más, y pasó dos meses recorriendo todo Estados Unidos para contar su historia.

 Aun hoy este equipo maravilloso sigue viajando y dando a conocer su vínculo en charlas y cómo los animales también pueden salvar a las personas.     

Mascotas que curan 


  Hoy en día existen terapias asistidas con animales, una técnica que se está extendiendo por todo el mundo con fabulosos resultados. 


 Los perros son un estímulo asombroso para niños con autismo y muchas residencias de ancianos reciben visitas de perros entrenados que les hacen compañía y les regalan todo su cariño levantando su ánimo.   

 Y es que las mascotas generan un apego indispensable, positivo y saludable tanto a nivel físico como emocional.   

 

  Un mascota como un gato o un perro, ni siquiera necesita palabras para decir lo que siente, basta con una mirada o un ronroneo para sentir su afecto, esa magia que hace que hasta parezca que entienden a las personas de verdad.   

   Una mascota no entenderá la razón de tus problemas o decepciones o frustraciones ni podrá darte soluciones o consejos para ellos, sin embargo, sí pueden guiarte por tus emociones para traerte al aquí y ahora, darte alegrías sin fin y un cariño sin condiciones. No les importa nada más que tenerte a su lado y darte su amor.   


Y es que al fin y al cabo, ellos saben que lo que de verdad importa en esta vida es justamente eso, estar bien ahora y en calma, con un buen amigo a nuestro lado, tenga dos o cuatro patas. 

Fuente: La mente es maravillosa

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