¿Cuáles son las consecuencias del abandono de un padre?

Aunque sea triste, en el mundo hay demasiados niños que crecen sin la presencia de un padre. Los casos de abandono siguen aumentando, en especial en Latinoamérica, en muchos casos debido a la pobreza y el desempleo. 




  En otros casos, la causa más importante es cultural, ya que en algunas sociedades se ve como algo normal el abandono del padre, que también estaría vinculado a embarazos no esperados, por lo general entre adolescentes. 


  Y aunque una persona puede crecer y desarrollarse sanamente sin contar con la presencia de un padre comprometido a su lado, lo cierto es que quien sí cuenta con él tendrá más y mejores oportunidades durante su vida. Pero también hay casos en que la ausencia paterna se vuelve una pesada carga que empeora con mucho la existencia.

¿Necesitamos un padre y una madre?


  El psicoanálisis afirma que el amor materno tiene una influencia absoluta en la vida de su bebé, ella simplemente lo es todo. La dependencia del bebé es total y ella a su vez representa todo su mundo. 

 

  Ese vínculo tan fuerte entre una madre y su hijo se extiende en el tiempo, su amor es incondicional y ella representa la seguridad del niño.   

 Algunos cuentan también tienen la fortuna de tener un padre, que viene a traer algo de independencia materna.


Los distintos tipos de abandono


  Del mismo modo en que existen numerosas maneras de acompañar a un niño, también hay distintos tipos de abandono. 


  El padre ausente, por un lado, es el que deja toda la crianza del hijo a cargo de la madre. No tiene interés con lo que pase con el niño, no aporta económicamente y ni siquiera está físicamente.      

  Otro caso son los que si bien están físicamente, abandonan a sus hijos emocionalmente,  asumiendo que son preocupación exclusiva de su madre. 

  Están pero no pasan tiempo con sus hijos, ni les hablan, ni sienten interés ni responsabilidad por ellos. Pagan las cuentas y se ocupan de que nada material les falte...a excepción de ellos y su tiempo.  


  También existen casos que por el contrario, están emocionalmente, pero no físicamente, ya que están lejos o bien formaron otra familia.

   Y si bien están al tanto de cómo están sus hijos y se preocupan por ellos y los tienen presentes en mente y corazón, no pueden dedicarles todo el tiempo que desearían.     

Las secuelas del abandono


  Cada tipo de esos abandonos tiene consecuencias diferente. Las secuelas de un padre ausente por completo pueden llegar a ser muy graves, aunque si hay un sustituto de la figura paterna, el efecto no lo será tanto. Pero si solo hay vacío en su lugar, lo que provoque esa ausencia será devastador.



  

  Si no hay nadie más que su madre para vincularse, al niño luego le será difícil individualizarse y relacionarse con otros. 

  Puede que le cueste confiar en sí mismo y buscar nuevos horizontes, se sentirá excluido y menos querido. Y aunque la madre intente ser “padre y madre a la vez”, no bastará para compensar a ese tercero ausente, siempre hará falta.  


  Es realmente duro para los niños abandonados por sus padres el llegar a adaptarse al mundo, porque incluso pueden llegar a generar miedos a vincularse afectivamente con otros, lo que hace que corran riesgo de convertirse ellos también en “abandonadores”.

  Si se trata de niñas, serán muy desconfiadas de los hombres por temor a que se repita ese abandono que siempre intentarán superar.    


   Las secuelas serán menos evidentes si el abandono fue parcial, las consecuencias serán similares, pero no tan acentuados y matizados.

  Sin embargo, el padre ausente dejará una herida profunda en lo emocional, sobre todo en los primeros años de vida. Ese vacío no se colmará jamás y dejará marcas difíciles de borrar.   


¿Qué dicen los investigadores?


   Diferentes investigaciones encontraron que el abandono paterno está vinculado en los hijos varones, distintos grados de problemas de lenguaje, intelectuales y emocionales. Estos problemas estarían relacionados con la falta de un modelo con el que identificarse, al no contar con una figura masculina en el hogar. 


  Además, aumentan las probabilidades de problemas escolares, rebeldía y mal rendimiento escolar, entre otras consecuencias poco deseables. 

  El rol del padre resulta tan importante ya que su presencia implica desafíos para los hijos, por ellos es que intentan esforzarse más y emprender nuevos retos y caminos.        


Los investigadores encontraron que mientras las madres apoyan y cuidan a los hijos, el papel de los padres sería presentarles desafíos, que desarrollen su potencian e inculcarles el sentimiento de logro que hará que busquen siempre superarse por el resto de su vida.     

 

Fuente: La Mente Es Maravillosa

El Club de los Libros Perdidos. Con la tecnología de Blogger.