El papel del padre en la infancia de los niños

 La función del padre durante la infancia ha cambiado mucho con el correr del tiempo y hoy ha pasado por tantos cambios que en ocasiones no han sido buenos y juegan en contra de la relación de los padres con sus hijos. Pero por fortuna, muchos hombres están intentando revertir esta situación y volver a jugar ese rol fundamental en la educación de sus hijos.   





   Antes de la era industrial los padres representaban los pilares fundamentales que sostenían a toda la familia. Debían ser los protectores y educadores y era indispensable que estuvieran presentes como cuidadores de sus hijos. 



  Pero con la industrialización de la sociedad estas cosas han cambiado, los padres se han convertido en profesionales y con el correr de cada generación, han tenido cada vez menos tiempo para estar con sus hijos.

  En los últimos tiempos el papel de los padres ha cambiado y los hombres antes de ser quienes deben mantener a la familia, han retomado su rol educativo de los hijos.   

 

  Desde luego, tanto las madres como los padres tienen cualidades y capacidades para cuidar de un bebé recién nacido y tenderlo bien de modo de favorecer su desarrollo. 

Los padres tratan a los niños de un modo distinto

 

  Por lo general los padres son más estrictos que las madres con sus hijos, y el juego con ellos suele ser más tosco y libre.



   Mientras que con sus hijas saben comportarse con más suavidad y cuidado, además de que son más solidarios con ellas. En cambio al jugar con sus hijos, los hombres es como si volvieran a ser niños e interactúan con el niño poniéndose a su misma altura. 

  También suelen hablar más con los niños que la madre, algo que amplia su vocabulario. Los padres por lo general son más desafiantes y muestran a sus hijos el mundo y sus peligros, y esto les da independencia. 

Padres e hijos

  Los padres tienen una gran importancia para el desarrollo de un niño varón ya que son su modelo masculino con quien identificarse. 

  Así, los hijos varones necesitan la presencia de un hombre para  compararse y tomar referencia de la masculinidad y sus conductas cotidianas. Por esta razón los hijos necesitan la presencia de sus padres para desarrollar su identidad y sentirse protegidos.



  Todos los niños adoran jugar con su padre y divertirse sin importar sus edades. Con esas luchas y juegos el niño adquiere una idea de justicia temprana y cuáles deben ser sus limitaciones.

  Por ejemplo, si el padre le dice que se detenga porque está siendo muy rudo, el niño aprende así que debe mantener sus límites para no arruinar el juego. 

Padres e hijas


  Al contrario que con los hijos varones, la relación entre los padres y las hijas está marcada por las diferencias, porque son los modelos de masculinidad. 



  Sus padres formarán sus futuras relaciones de pareja. Los padres tratan a sus hijas con mayor delicadeza y eso favorece su comportamiento femenino. 

  Pero también los padres ayudan a desarrollar estilos de vida en sus hijas que luego las llevan a ser mujeres exitosas. El padre contribuye a sostener y desarrollar su personalidad.



Diferencias respecto con la madre


  El papel del padre es muy importante para un recién nacido y su presencia tiene grandes efectos. Un bebé percibe la presencia de su madre y su cercanía, se relaja con su olor y el sonido de su voz.      

   Mientras que cuando el padre es quien se acerca al bebé, tanto su pulso como sus habilidades motoras se aceleran. Esto es ya que la madre representa seguridad para el recién nacido, mientras que el padre impulsa su curiosidad.  

  Tanto una como la otra relación son muy importantes para el desarrollo de un ser humano. También los adultos necesitan estos momentos de descanso y actividad alternativamente.

Otros aportes del papel del padre en la infancia de sus hijos


  Diferentes estudios científicos confirmaron que los niños que tuvieron una relación sana y estable  con su padre en su infancia adquieren numerosos beneficios en la vida:


- Tienen una mejor resistencia a la tensión durante la escuela.
- Mayor desarrollo cognitivo e intelectual.
- Mejor tolerancia y comprensión en la edad adulta.


- Más probabilidades de tener relaciones a largo plazo de pareja.
- Mejores recursos sociales.
- Mayores habilidades de trabajar en equipo en la escuela y en la vida profesional.

  En conclusión, un padre amoroso y presente, que está comprometido y coopera con la madre, es realmente fundamental para el desarrollo de la personalidad de un niño. El padre forma esa personalidad de su hijo cuando está siempre a su lado para brindarle su amor como una persona de confianza.


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Fuente: Etapa infantil

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