¿Porqué las abuelas maternas son una parte tan importante en la vida de un pequeño? Lo revelamos.

Con un poco de suerte, la mayoría de nosotros hemos podido experimentar la especial conexión que se da entre un niño y su abuela materna. Un vínculo realmente emocional y lleno de experiencia que hace que estas abuelas sean una figura fundamental en la vida de cualquier niño.


  Por alguna razón, la abuela materna supone tener más “responsabilidad” con sus nietos y su influencia en la vida de un pequeño será recordada por siempre.
  
  También se pueden establecer ciertos parámetros genéticos relacionados con esto. La mujer ya nace con los óvulos desarrollados y podríamos establecer una conexión que permita afirmar, en cierta manera, que los nietos de una abuela también han estado en su vientre. 

  Motivo suficiente para creer que una abuela materna es también una “segunda madre”. Este punto de vista nos hace preguntarnos cómo explica la ciencia la conexión de la cual venimos hablando.



Abuelas maternas, segundas madres


¿Qué dice la ciencia al respecto?


  Alejandro Jodorowsky, filósofo y ensayista chileno, asegura que la conexión entre abuelas maternas y nietos va más allá del tiempo que hayan compartido juntos.

  Ambas personas se encuentran estrechamente ligadas por cuestiones genéticas. 

  De acuerdo con este hombre, la carga que se transmite de la madre al hijo viene directamente relacionada con la abuela. 

 Hablando en términos de herencia, es ésta abuela la que presume tener mayor participación genética en comparación con los demás abuelos de un niño. 



 Además, hay veces en que las generaciones parecen saltearse y es por esto que ciertos niños pueden llegar a parecerse más a sus abuelos que a sus propios padres. Puede que el parecido del que hablamos no sea físico, pero si de personalidad o la forma de caminar, de hablar, etc.
 

  Cómo ya habrás notado, ciertos aspectos se alejan de lo que tiene que ver con la crianza de un niño. La ciencia atribuye esto partiendo del hecho de que el feto posee muchísimo material biológico de parte de su madre.

  Más allá de que la mitad de sus genes correspondan a la parte paterna, la madre sigue alimentado a un hijo luego de que el padre haya hecho su parte.


Abuela materna de principio a fin


  El ovocito del cual nace un pequeño posee la carga genética de su abuela materna y quizás sea esta misma razón la que explica ciertos vínculos que van más allá de las dimensiones conocidas.

  Por ejemplo, Jodorwsky asegura que las vivencias que han marcado a una abuela pueden ser traspasadas a su hija. 

 Consecuentemente, su hija las traspasará a sus hijos, o sea los nietos de la abuela. En otras palabras, existe una influencia emocional que, puede o no, seguir activa en el ADN y perdurar a lo largo de las generaciones. 





  La información que carga el ADN de una madre en un hijo se hace verdaderamente fuerte al momento de la formación embrional. Por el contrario, los espermatozoides del hombre carecen de esta cualidad. 

 Es por esto que los abuelos paternos no presumen tener la misma importancia, de índole relacionada con la temática que venimos tratando, a comparación de los maternos.

  Finalmente, podríamos hablar desde un punto de vista emocional para recalcar la tendencia de una abuela materna a involucrarse en la educación de su nieto tanto como en la gestación y el parto. 

  Sumadas, todas estas cosas nos permiten concluir que las abuelas maternas juegan un papel fundamental en la vida de todo pequeño y todos deberíamos tener la oportunidad de gozar de este vínculo único y hermoso que se da entre estas dos personas.

El Club de los Libros Perdidos. Con la tecnología de Blogger.