Si no leemos, no sabemos escribir. Y si no sabemos escribir, no sabemos pensar

Tan simple como cierto, terrible y rotundo. Si no lees, es ciertamente muy difícil que puedas llegar a pensar bien.


 Se habla como se piensa y conceptualmente hablamos como escribimos. Por tanto, la lectura es nuestra forma de entender las ideas de otras personas y entender conceptos de temas trascendentes como por ejemplo: la misma sociedad o la economía política.  

  Hoy todo mundo puede escribir, y absolutamente todos quieren expresar sus emociones y opiniones y que sean escuchadas. Pero ¿quién realmente lee? Leer es una actividad superior a escribir pues solo podemos escribir con el mismo lenguaje que adquirimos al leer.

  De la lectura parte la escritura. De ella nace la posibilidad de crear cualquier obra de belleza y profundidad. O simplemente sea clara y entendible para los demás. Y todo esto dependerá de las lecturas que hicimos y de lo que aprendimos de otros autores. Así sus palabras nutren las nuestras y sus experiencias avalan nuestras propias ideas.



  Así se alcanza la buena escritura, como un largo proceso que refina las ideas a lo largo de generaciones desde los principios del tiempo.

  Para la mayoría de las personas es más entretenido escribir, resulta más glamouroso ...pero esto esto demuestra cierta inmadurez y egoísmo. Los más grandes escritores eran en realidad aun más grandes lectores, y decían que allí estaba la felicidad. 

  Jorge Luis Borges es un buen ejemplo de esto. Él decía que la felicidad es mucho más frecuente siendo lector. Y una de sus frases más famosas sentenciaba: "Que otros se vanaglorien de todas las páginas que escribieron. Yo me enorgullezco las que he leído".

  Una frase rotunda de Juan José Arreola lo dice sin rodeos: "Si no lees, no sabes escribir. Y si no sabes escribir no sabes pensar". Simple pero terminante para definir la trascendencia de la lectura en nuestras vidas.  


  Edmund Husserl explica en sus obras que solo se puede pensar a partir del lenguaje, y este está absolutamente ligado a la palabra. Por esto es tan importante mantener el lenguaje lejos de las ideologías de moda, pues deformarían nuestra manera de pensar contaminándola para siempre.

 Pensar es siempre un acto lingüístico, y no se puede hacer sin el lenguaje. De modo que si no conocemos o no tenemos las suficientes palabras, es como si no tuvieras ladrillos para construir tu casa. Si no tienes la lectura que enriquezca tu memoria e ideas, también tu pensamiento será pobre y limitado.
 

  Las personas a las que les aburre la lectura, si les dices que no saben pensar, sentirán su orgullo mancillado, pero aun así no dirás más que una verdad. Y la verdad lo es sin importar quién se sienta ofendido. 

  De este modo la lectura es importantísima para nuestro desarrollo. Y no hay sitio mejor para alcanzarla que en los libros. No solo los artículos o comentarios de internet que nunca alcanzan una profundidad y complejidad suficientes. Encontrarse con el lenguaje merece toda nuestra atención, pues es encontrarse con el autor mismo de la obra, muerto quizás hace siglos, pero que mediante la palabra nos habla directamente a nosotros. 


  Y es que, ¿existiría la conciencia sin el lenguaje? Aunque estudiando la filosofía hindú del yoga o la meditación, que dice que la conciencia está más allá del lenguaje, hasta en el hinduismo se cree que el universo es creado a partir de la letra A del sánscrito.


  No hay nada que hacer: el lenguaje crea todo...y en esto coinciden con el Antiguo Testamento donde "al principio fue la palabra".

 También la cábala, sostiene que todo el universo se crea cuando se dicen los nombres divinos empezando por la letra Aleph, tan del agrado de Borges. En ella, se dice, se encuentra todo el universo. 


  Así que puedes entender la importancia de no alterar nuestro idioma por caprichos o modas que unos pocos puedan querer imponer, sepa uno con qué intereses ocultos. Pues esto alteraría toda nuestra manera de pensar y condicionaría nuestro futuro tarde o temprano, mutilándolo y empobreciéndolo. 

  Es así que el mundo se crea mediante la palabra, y no es algo metafísico sino real y tangible. Lo vemos todo el tiempo, solo podemos entender las cosas desde el momento en que tienen un nombre, y hasta nuestro idioma nos enriquece o condiciona en la forma de esos ladrillos que construyen nuestro mundo.

  Sea como fuere, la lectura es el único medio de nutrirnos de las palabras que fortalecen nuestra conciencia y nos desarrollan a nosotros mismos. Más amplio será tu mundo, mientras más amplio sea el número de palabras que conozcas y emplees.

  Quizás podamos existir sin pensar, y en ocasiones pensar demasiado puede atormentarnos, pero solo con el poder de la palabra podemos alcanzar una potencia divina. sin la palabra, ¿qué nos diferencia de las bestias?   


 
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