“La vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado”

El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, que acaba de publicar un libro, confiesa que su cargo más importante es el de profesor en la universidad


  Hace 20 años, el profesor Arsuaga empezó a trabajar en las excavaciones de la sierra de Atapuerca, actividad que ha compartido con su labor de docencia en el Departamento de Paleontología de la UCM.
 
  En 1992, la carrera científica del profesor Arsuaga cobró un nuevo rumbo. El 7 de julio, su colega Ignacio Martínez encontró el cráneo casi completo de un hombre que vivió hace 300.000 años uno de los yacimientos paleontológicos de la Sierra de Atapuerca, en Burgos.


  Además del descubrimiento de fósiles, el científico se siente especialmente orgulloso de su participación en la creación del parque nacional de la Sierra de Guadarrama en Madrid en 2013.

Pregunta. ¿Qué hay de los análisis genéticos que se venden ahora para conocer nuestro origen? Yo por ejemplo, que soy francesa, no tengo nada francés. Esto le habrá pasado a mucha gente. ¿Cómo se lo explicaría a esas personas?

Respuesta. Es que lo francés no existe, es un concepto político. Realmente no existen el gen francés ni el vasco. Son en realidad diferentes proporciones o mezclas.


P. Si la gente lo supiera, ¿cree que afectaría a los nacionalismos?

R. En principio, no tendría por qué. Que tengamos genes distintos no debería cambiar nada. El nacionalismo actual es más cultural. ¿Sabías que el apellido más común de Cataluña es Fernández, por ejemplo? 

El nacionalismo renunció hace tiempo al componente biológico y ahora se basa en la cultura. Utilizan otros elementos para definir la identidad. Ya puestos, yo no soy nacionalista y mi familia es vasca y vascoparlante.


P. Centrándonos en España, ¿con qué obstáculos se enfrentan la antropología, la arqueología y la paleontología?

R. Como decía Groucho Marx, ¿comparado con qué? Si lo comparamos con Argelia, pues vamos bastante bien. Si lo comparamos con Francia o Italia, ya vamos bajando. Pero se ha progresado.

 Tenemos un patrimonio inmenso y lo tenemos que saber contar. Hay que invertir. Las instituciones deben saber que esto es una industria o un recurso económico, en todo caso. Esa es la lucha que tenemos. Hay trabajo que hacer.

P. En parte, conocer nuestro pasado nos hace entender y valorar más nuestro presente, ¿no cree?


R. Sí, y nos hace más felices, espero. Aprendemos, disfrutamos, vivimos otras vidas. Yo siempre digo que la vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado. Eso no puede ser. Esa vida no es humana. Tiene que haber algo más pero aquí, en esta vida. Y esa otra cosa se llama cultura. Es la música, la poesía, la naturaleza, la belleza… Es lo que hay que apreciar y disfrutar porque, si no, esto es una mierda.

P. Nuestros antepasados seguramente sabían apreciar mejor la vida...

R. Hombre, claro. No trabajaban toda la semana ni iban el sábado al supermercado.

P. ¿Qué hemos hecho mal entonces?

R. Alguna cosa hemos hecho mal, pero aún estamos a tiempo. Tenemos a Mozart. No está mal. Apreciar la belleza es una cuestión de educación y sensibilidad. Busque lo que es bello en la vida. Hay mucha belleza.


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