¿Sabías que los niños que bailan son los más felices?

A la gran mayoría de todos los niños del mundo les encanta la música y bailar. Lo que es más, desde De hecho, desde que son más pequeños suelen moverse al compás del ritmo de la melodía. 





 

  Esta es una respuesta instintiva basada en la necesidad de los seres humanos de comunicarnos y poder expresar nuestras emociones mediante movimientos y gestos corporales. Sin embargo, lo que se descubrió recientemente es que bailar también influye en el estado emocional de los niños y los hace más felices.


 

Los niños que bailan son  niños más felices


  Una reciente investigación que fue realizada por un grupo de investigadores de la Örebro University, de Suecia, estudió a un grupo de adolescentes que presentaban ciertos síntomas que iban desde dolor de espalda y de cuello, hasta alteraciones emocionales, desde la angustia, frustración o ansiedad. 


  A la mitad de ellos se les pidió  que mantuvieran su rutina cotidiana y a la otra mitad les pidieron que asistan  a dos sesiones de baile a la semana.

  Después de dos años, aquellos adolescentes que concurrieron a las dos clases de baile semanales no solo habían mejorado sus problemas de espalda sino que además contaban que se sentían más tranquilos ellos mismos y ser más felices. 



  Sin embargo, este no ha sido la única investigación que demostró los numerosos efectos beneficiosos del baile en la salud emocional de los niños.

  Otro estudio que fue hecho por psicólogos de la Universidad de Nueva York, descubrió que aquellos niños a los que les gustaba bailar y en efecto bailaban con mayor frecuencia eran más felices si se los comparaba con los que apenas bailaban. 

 En esta investigación los psicólogos estudiaron a un total de 120 niños, con edades que iban de los 2 a los 5 años, y les dieron diferentes estímulos sonoros, algunos con ritmos y otros sin ninguna melodía.



  Al estudiar los resultados, los científicos descubrieron para su sorpresa que los niños que se movían al compás de los estímulos rítmicos, mostraban más emociones positivas y se eran más felices, en comparación con aquellos que no se dejaban llevar por el ritmo de la música.

 Además, existen otros muchos estudios que evidencian que el baile resulta ser un “antídoto” perfecto para combatir todos los estados emocionales “negativos” como la ansiedad infantil. Un experimento que fue realizado en la Universidad de Derby también llegó a esa conclusión. 



 Los investigadores dieron clases de baile a un grupo de personas con graves estados de decaimiento emocional durante algunas semanas. 

 Después del primer mes, los participantes ya empezaban a experimentar ciertas mejorías y, para el momento cuando terminó la investigación, no solo se sentían menos tristes sino que también dijeron tener una mayor sensación de tranquilidad y sentirse más felices.

¿Por qué bailar hace más felices a los niños?


 Resulta que cuando los niños bailan, su cerebro produce y libera más endorfinas, se trata de un neurotransmisor que promueve la sensación de bienestar, alegría y tranquilidad.


 En efecto, algunos de los estudios concluyeron que el baile no solo activa los circuitos motores y sensoriales del cerebro sino que además estimula los centros del placer en el cerebro, y esto hace que los niños se sientan mejor consigo mismos. 

 Eso explica por qué cuando los niños se bailan al compás de la música se sienten mucho más felices y alegres.



  Sin embargo este no es el único aspecto que interviene en las sensaciones positivas que son generadas por el baile. en este proceso también se debe tener en cuenta que bailar, además de ser una actividad física, es sobre todo una actividad social que ayuda a desinhibirse a los niños y poder expresar sus emociones mediante los movimientos e interactuar con los demás niños de forma asertiva y divertida. 

  Lo que es más, bailar es una excelente oportunidad para que los pequeños se hagan de nuevos amigos y compartan experiencias positivas con todos los que les rodean. 


 Y si todo esto fuera poco, también les ayuda a desarrollar algunas habilidades sociales y motrices, ¡y además se trata de un ejercicio estupendo para estimular su lenguaje no verbal!

Fuente: Etapa infantil

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