La vida social moldea los cerebros de las mujeres de manera diferente

La investigación sobre el cerebro humano destaca que la vida social puede provocar cambios estructurales en este órgano, pero un estudio sugiere que estos efectos varían entre hombres y mujeres.


 A través de tomografías por resonancia magnética y datos estructurales de 10,000 cerebros adultos, los investigadores exploraron la relación entre el entorno social y el volumen de 36 regiones cerebrales.

 Hipótesis del Cerebro Social: La investigación se basa en la "hipótesis del cerebro social", que sugiere que las demandas y requisitos dentro de los grupos sociales influyen en la forma del cerebro.

 Volumen de la Materia Gris: Se encontró una conexión entre la vida social y el volumen de la materia gris, especialmente en regiones del sistema límbico, como la amígdala y la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC), así como en otras redes cerebrales.

1. Diferencias de Género: 

 Las evaluaciones revelaron diferencias claras de género en estas regiones cerebrales. La frecuencia, intensidad y tipo de contactos sociales afectaban el cerebro de las mujeres de manera diferente que el de los hombres.

2. Sistema Límbico y Corteza Prefrontal: 

 Estas áreas cerebrales desempeñan un papel crucial en el procesamiento emocional y el control emocional, así como en la toma de decisiones y la respuesta a estímulos sociales.

 El estudio destaca que el entorno social impacta el cerebro de manera distinta según el género.

  Comprender estas diferencias podría tener implicaciones significativas en campos como la psicología, la neurociencia y la salud mental, contribuyendo a un conocimiento más completo de la complejidad de la interacción entre el cerebro y la sociedad, específicamente en el contexto de género.

 Aunque la vida social puede causar cambios estructurales en el cerebro, un estudio sugiere que los efectos varían entre hombres y mujeres.

 Al analizar tomografías por resonancia magnética de 10,000 cerebros adultos, los investigadores encontraron que el mismo entorno social puede tener efectos diferentes, e incluso opuestos, en el cerebro de hombres y mujeres.


Hallazgos Clave:

1. Impacto en la Amígdala en Mujeres: Las mujeres que viven en hogares más grandes experimentaron un aumento significativo en el volumen de la amígdala asociada con las emociones, mientras que este efecto no se observó en hombres.

2. Efectos en la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC): La satisfacción con las amistades y la frecuente oportunidad de confiar en otros tuvieron efectos más sustanciales en las mujeres en la amígdala y en el vmPFC que en los hombres.

3. Centros de Recompensa en Hombres: En los hombres, el bajo apoyo social se reflejó en centros de recompensa como el núcleo accumbens. El número de parejas sexuales también tuvo un impacto en el vmPFC de los hombres.

4. Relaciones Familiares Satisfactorias en Mujeres: En las mujeres, las relaciones familiares satisfactorias tuvieron un impacto en el vmPFC.

5. Diferencias en la Vulnerabilidad Social: Las mujeres solitarias mostraron una mayor diferencia en el volumen del vmPFC que los hombres socialmente aislados.

 

 Los científicos sugieren que estas diferencias pueden derivar de los diferentes roles y comportamientos desarrollados por hombres y mujeres a lo largo de la evolución. Los ajustes neurocognitivos pueden reflejar las diversas necesidades y objetivos sociales que han surgido en cada género.

En resumen, el análisis cuantitativo respalda la idea de que se pueden necesitar estrategias específicas de género para desenvolverse con éxito dentro del mundo social, reconociendo la complejidad de la interacción entre el cerebro y la sociedad en función del género.

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