La abuela materna es la forma del amor más puro que existe

Así es, la abuela materna es sin dudas la figura del amor más puro que puede llegar a existe...


  

  Y claro, sin desmerecer a los otros abuelos, pero es que hay buenas razones para creer que así es, una de ellas es que tienen la ventaja de poder amar a sus nietos sin el contraste de autoridad que deben demostrar las mamás. 

  

  Las abuelas pueden ser las cómplices de todas las traviesas aventuras que emprenden sus pequeños nietos... y pocas veces se sienten en la obligación de decirles que “no”.

  Ellas simplemente adoran poder estar una noche en casa bañándolos o contándoles sus cuentos preferidos, o dándoles la leche y llevándolos a dormir...quizás un poco más tarde de lo que mamá lo hace.

 

  Saben apreciar mejor que nadie dar un paseo por los parques y llevar a sus nietos de la mano o todavía en sus carritos, y consentirlos con un dulce o un escurridizo helado en verano lleno de babas. 

  

 Ellas también saben ser las principales encargadas de llenar sus cachetes de besos y abrazarlos y cargarlos, y hasta enseñarles viejas canciones a todo pulmón y por qué no, a bailar sin ninguna vergüenza de lo que digan los demás.    

  Son las que pueden demostrarles que nunca tiene que importarles demasiado lo que otros puedan pensar de ellos y que cómo los juzguen es problema de esa gente, no de ellos, porque de lo único que deben preocuparse siempre y lo más importante, es que sean felices.

 

  Para estas súper abuelas, lo que las mamás les resulta rutinario, para es un maravilloso regalo que les da la vida en la forma de un principito o princesita que desde el primer día en que conocen, les ha robado el corazón para siempre.   

  

¡Demos las gracias a esas maravillosas abuelas, mamás de mamás por ser las mejores versiones del amor del mundo! Sus nietos son los más afortunados por tenerlas.  

Fuente: Naran Xadul

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