Porqué la gente inteligente elige ser menos sociable

  Si eres de los que sería mucho más feliz con una vida de ermitaño, viviendo en una cabaña perdida en medio de la nada que en medio de una ciudad bulliciosa, o que prefieres leer un libro tranquilamente en tu hogar antes de la vida al aire libre, si todo esto te suena...felicitaciones, no eres antisocial: De hecho, podrías ser un genio.






 Según estudios realizados por especialistas de psicología social, la gente inteligente opta por ser menos sociable y es por estas razones.


 De acuerdo con las investigaciones, aquellas personas que muy inteligentes suelen socializar con muchas menos personas y eligen interactuar socialmente con la menor frecuencia que les sea posible.  

  Y aunque pueda resultar extraño, su nivel de satisfacción con la vida aumenta justamente porque escogen vivir de acuerdo a esta estrategia.

La gente más inteligente escoge ser menos sociable por estas razones

  Los investigadores encargados del estudio fueron Satoshi Kanazawa y Norman Li, y según estos especialistas, quienes buscan la felicidad mediante la estrategia del «ermitaño en el bosque» han encontrado un camino a seguir que tiene excelentes resultados, especialmente para las personas que son muy inteligentes.


  Mediante una investigación exhaustiva, estos psicólogos evolutivos descubrieron que los seres humanos suelen ser más felices cuando viven en zonas menos pobladas y más tranquilas.   

  También encontraron en sus resultados que la felicidad aumenta de manera muy marcada cuando una mayor cantidad de nuestras interacciones sociales se dan con nuestros seres más queridos, en vez de con extraños, amigos ocasionales o simplemente conocidos.

Tener más proyectos de vida  


  Una de las principales razones es la de tener más proyectos de vida. Los participantes del estudio afirmaron mayoritariamente tener un más felicidad en las ocasiones en que tuvieron una interacción social más frecuente. Excepto un grupo. 


   En el caso de las personas con mayor inteligencia, este efecto, lejos de aumentar, se revertía muy marcadamente.    

 Los investigadores determinaron que, además, «aquellas personas que son más inteligentes suelen experimentar mucho menos satisfacción en su vida si sociabilizan más frecuentemente con amigos».


 Carol Graham, una especialista que investiga la denominada "economía de la felicidad", examinó estos efectos en su artículo publicado en el Washington Post. 

 Allí explicó que según sus hallazgos, "los datos sugieren (algo que no sorprende) que las personas con mayor inteligencia y capacidades, también tienen menores probabilidades de perder demasiado tiempo socializando, y esto se debe a que suelen estar más enfocados en algún otro objetivo o proyecto a más largo plazo».


 Es decir, ese personaje raro que siempre dice tener mejores cosas para hacer que pasar todo el tiempo con amigos está realmente en lo correcto.

 Las personas inteligentes puede que estén evolucionando hacia alguien que está más allá de la necesidad de tener una interacción social.


  Cuando los psicólogos evolutivos analizaron los resultados de este estudio, hallaron una gran relevancia en esta dinámica con relación a la que se conoce como «Teoría de Savannah». Según explica esta teoría, deberíamos encontrar la felicidad en las mismas cosas en que solían hacerlo felices a nuestros antepasados.


  Millones de años atrás, cuando nuestros antepasados corrían por la sabana africana, la población era muy baja, y la interacción interpersonal que podía darse entre esos primeros homínidos era increíblemente importante para la supervivencia.

 Al analizar los resultados del estudio, si bien en un principio apoyan esta teoría, indican también que los seres humanos más inteligentes estarían evolucionando a un estadio que está más allá de la necesidad de una interacción social tan frecuente.




  Sin embargo, están empezando a favorecer ciertas actividades que benefician a nuestro avance en el mundo actual, con una tendencia a estar basadas más en lo intelectual y económico. Por estas razones necesitamos una interacción menor en comparación a nuestros antepasados, por esto los seres humanos más evolucionados habrían dejado de priorizarla.

 Así que, la próxima vez que elijas quedarte en casa en lugar de salir con tus amigos, no te sientas culpable ni extraño. Siéntete inteligente. Eres un visionario evolutivo.


Fuente: La vida lúcida
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