22 COSAS QUE NO SABÍAS DEL PRINCIPITO...¡NI YO TAMPOCO!

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry es el nombre completo del autor de una de las obras más conmovedoras de la historia: El Principito.


      Este relato imprescindible de nuestros tiempos nos da respuestas claras sobre la vida, acercándonos a nuestra primera etapa como niños en la que llenos de curiosidad -e ingenuidad- aprendíamos el significado de la vida a través de sus viajes. 

      Su filosofía viene del propio planeta de Saint-Exupéry, de las experiencias que tuvo como piloto y que lo pusieron en el límite mismo de la vida. Nos explica con metáforas y frases para la historia que “caminando en línea recta no se llega muy lejos”, “que es mucho más difícil juzgarse a uno mismo que juzgar a los demás pero que si logras lo primero serás un verdadero sabio” y que “hay que soportar más de tres orugas para conocer a las mariposas”. 
      Como homenaje a esta obra aquí está una lista  con aquellos datos que de seguro no conocías de El Principito para entender cómo surgió y cuáles fueron las intenciones del autor al escribirlo.  
  1. El Principito es considerada la mejor obra escrita en francés del Siglo XX. Pocos saben que fue escrita por Saint-Exupéry en Nueva York –en el East Side de Manhattan- después de abandonar Francia en 1940 cuando Alemania la derrotó.
 2. Poco antes de unirse al escuadrón en África del Norte, Saint-Exupéry le dio el manuscrito de El Principito a su amiga Silvia Hamilton Reinhart. Se sabe que parte de la obra la escribió en su casa de Nueva York en Park Avenue.
  3. Hoy el manuscrito se encuentra en la Biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York.

  4. En el manuscrito se encuentran otros dos episodios que se eliminaron de la edición; una reunión con un comerciante que le explica lo que es la mercadotecnia y una conversación con un inversionista que tiene una máquina con un botón que, al presionar, solucionará cualquier necesidad. En el borrador se leen lugares como hoteles en Long Island y Rockefeller Center.
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 5. También hay un final alternativo en el que el narrador reflexiona sobre lo que pasó con El Principito después de que abandonó la Tierra. “Una versión abierta, melancólica y misteriosa que deja en el lector la forma de concluir y sentir el final del viaje del principito”.
   
 6. Las raíces de los “Baobabs” destrozan todo lo que las rodea, simbolizando los daños que el nazismo hacía al mundo con sus ideas de dominar al mundo.
 7. Las ilustraciones en acuarela fueron hechas por el autor que había estudiado arquitectura en la Escuela de Bellas Artes en Francia.
 8. La primera edición fue publicada en 1943. Hoy hay más de 1.300 ediciones.
  9. Ha sido traducida a más de 250 idiomas y dialectos, incluyendo el náhuatl, maya y el otomí (en los que se traduce literalmente como el “Pequeño Gran Jefe”).
Siempre aparece en la lista de los libros más vendidos junto con Historia de dos ciudades (1859) de Charles Dickens. Cada obra por separado ha vendido más de 200 millones de ejemplares.
 10. Saint-Exupéry nunca vio publicada su obra en Francia. Desapareció en un vuelo de reconocimiento en 1944, días antes de la liberación de París.
 
 11. El elemento que más aprecia el principito es su rosa que está inspirada en su esposa Consuelo.
La rosa vive en un planeta rodeado de tres volcanes que simboliza El Salvador, “tierra de los volcanes” y país natal de su esposa.
 12. A través de la metáfora, Saint-Exupéry explica su visión del matrimonio y la fidelidad en el capítulo en el que al visitar la Tierra descubre un rosal inmenso. 
 13. Se dice que El Principito es autobiográfico de la infancia del autor pero también existe la versión de que el personaje se inspiró en el hijo del aviador Charles Lindbergh que mantenía largas conversaciones con el autor.
 14. Saint-Exupéry estuvo al lado de su hermano cuando murió de fiebre reumática a los 15 años, hecho que se plasma en el final de El Principito. 
 15. Saint-Exupéry vivió en Argentina, en donde fue comisionado para encontrar rutas áreas por el cono sur en sus numerosos viajes por la región.  
 16. Entre las obras más destacadas que publicó están El Aviador (1926), Vuelo Nocturno (1931), Tierra de Hombres (1939). 
 17. Cuando existía el franco en Francia, el rostro del autor apareció un billete conmemorativo de 50 francos junto con El Principito mirando a las estrellas. ¡Así que cualquiera podía incluso "invertir" en Saint-Exupery´s!

 18. Aunque siempre fue un misterio la muerte de Saint-Exupéry, lo que es seguro es que en 1988 se encontró en el mar un brazalete con su nombre y el de su esposa.  
  19. Saint-Exupéry se había estrellado varias veces antes de su desaparición. En 1935 su avión cayó en el Desierto del Sahara y fue rescatado junto el mecánico aviador por beduino al cuarto día del percance. 
 20. Varios asteroides han sido nombrados en honor al autor y a su obra; el asteroide 2578 Saint-Exupéry, descubierto en 1975; el 46610 Bésixdouze (en español B-seis-doce) descubierto en 1993 en honor al asteroide inventado B-612. En el año 2003, la luna de un asteroide fue nombrada “Petit-Prince”.
  21. Más allá de ser considerado como un libro infantil, hoy El Principito es considerado una obra filosófica sobre la naturaleza humana. El libro más querido de todos los tiempos nos ayuda a reflexionar en cada una de sus metáforas y a imaginarnos en un asteroide solitario en medio del universo buscando a nuestra rosa y conversando con algún piloto -o con el principito- para recordar que todos en algún momento hemos sido niños y así poder volver a casa, a nuestro origen verdadero.
  22.  Todos los derechos de autor de la obra de Saint-Exupery quedaron tras su muerte (sin testamento) en manos de su esposa, Consuelo. Consuelo y Saint-Exupery no tuvieron hijos (ni juntos ni por separado) así que a la muerte de Consuelo los derechos de las obras necesitaban, por así decirlo, un nuevo heredero. Y ahí es donde comienza el conflicto: Consuelo de Saint-Exupery dejó como heredero universal a José Martínez-Fructuoso, su secretario. Pero los sobrinos del escritor, la familia Giraud d’Agay hijos de su hermana pequeña Gabrielle y sus llamados ‘herederos de sangre’, también son coprietarios de los derechos. Y ahí ha empezado el culebrón por los derechos de autor del Principito, que ha durado 20 años y que ha enfrentado a unos y otro.

    Los  Giraud d’Agay ha estado haciendo negocio con los productos derivados de la historia, como por ejemplo una serie de dibujos animados para France 3, la cadena de televisión pública francesa, que no había tenido el consentimiento de José Martínez-Fructuoso.  El secretario se sintió expoliado y denunció a la familia, que acaba de perder en un tribunal francés. La familia tendrá que pagarle, según publica AFP, 200.000 euros de forma provisional en concepto de derechos de autor que no ha percibido y 10.000 euros por daños y perjuicios. Aunque la cifra que podría quedar en manos del heredero es todavía mayor, ya que como publica Le Figaro El principito mueve mucho más dinero.
    La resolución al conflicto llega, además, en un momento especialmente importante, ya que la obra está a punto de entrar en el dominio público. En 2015, vencerán los años de protección de los derechos de autor máximos tras la muerte del escritor, así que cualquiera podrá publicar o compartir la obra sin tener que pagar a los herederos (ni una ni otra parte) del escritor. Aunque lo que se pueda o no hacer con El Principito estará limitado.
    La familia ha convertido a cada uno de los personajes de la obra (desde el príncipe protagonista hasta la rosa) en marcas registradas y por tanto protegidas. También están blindadas las ilustraciones de la obra, lo que impedirá igualmente que entren en dominio público. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que el título de la obra es el nombre de un personaje – y por tanto marca registrada – no podrá ser empleado sin pagar a la familia, como explicaba Olivier d’Agay, sobrino-nieto del escritor, en la feria del libro de Bolonia. El negocio asociado a lo que ahora son marcas registradas supone el 65% de los ingresos asociados a la obra.

 Fuente: hipertextual.com

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