Niños vacíos: Una triste tragedia de la que nadie se está dando cuenta…

Lo primero que debemos saber es que nunca se debe culpar a los niños por sentirse vacíos. 






   Ellos llegan al mundo como lienzos en blanco para escribir o pintar en ellos sus historias, y si resulta que mientras crecen se sienten como niños vacíos, es solo porque algo no encaja bien y somos los adultos, los que debemos cambiarlo. Los niños nos necesitan, y nunca debemos mirar hacia otra parte.

  Se trata de una tragedia cuando los niños se sientan vacíos en sus hogares y con sus familias.

   Pero resulta aun peor que nadie parece darse cuenta, mientras nuestros hijos, que a fin de cuentas son nuestro tesoro más preciado y  atraviesan estos sentimientos solos y sin ayuda. Sin embargo, está en nuestra decisión cambiar eso y lograr que se sientan mejor y sean felices.

  Y si ese estado emocional en el que uno se siente vacío es demoledor para los adultos, ¡magina cómo debe sentirse un niño que está desarrollando su personalidad! Lamentablemente, los casos de este padecimiento en la mentalidad de los niños  se ha disparado en los últimos años.


  Está aumentado terriblemente la tasa de niños de 10 a 14 años que incluso terminan con sus vidas  y se ve un aumento de incluso un 200%, dejando familias partidas en mil pedazos que no entienden qué pudo pasar por la cabeza de su pequeño para llegar a decidir que algo tan terrible era su única salida.  

¿Qué estamos haciendo mal?


  Hoy en día sucede que los niños viven rodeados de demasiados estímulos, reflexionan menos y quieren gratificaciones inmediatas.

  Este se convirtió en un mundo demasiado material y superficial que los lleva a sentirse menos que aquellos que “tienen” más. No llegan a entender que la felicidad es mucho más que tener y simplemente es vivir y tener experiencias, poder agradecer y de disfrutar de nuestros seres queridos.


Lo que es más, sin importar todo lo que tengan, no poseen condiciones fundamentales para poder tener una infancia sana:


- Tener una alimentación balanceada 

- Disfrutar de tiempo para los juegos creativos

- Sanas relaciones sociales

- Tener padres presentes y emocionalmente disponibles

- Límites bien marcados

- Responsabilidades de acuerdo a su edad tanto dentro del hogar como fuera de él

- Dormir bien

- Algunos momentos para el aburrimiento sin pantallas que potencien su imaginación y la reflexión

Y es justamente lo anterior lo que les falta cuando tienen demasiado de:


- Padres inmaduros y egoístas o demasiado desinteresados o permisivos

- Padres demasiado pendientes de las pantallas

- Demasiado de todo sin hacer ningún esfuerzo por ganarlo  ganárselo previamente

- Vida sedentaria y sin actividad física

- Dormir y comer mal

- Estimulación instantánea todo el tiempo

- Demasiadas pantallas y padres muy ausentes

- Nunca tener tiempo para el aburrimiento y la reflexión y la imaginación por estar continuamente estimulados por las pantallas     

 

  Y todo esto se debe solucionar de inmediato para evitar ese terrible sentimiento de vacío en los niños. 

 

  Para ello, se debe también poner algo nuestra parte lo antes posible. Todos los niños merecen ser felices y desarrollarse como personas saludables física y también emocionalmente, y nunca sentirse abandonados en lo emociona ni sentir que no encajan en nuestras vidas.    


  Los padres debemos volver a lo esencial de la crianza y para eso es fundamental un principio básico que siempre fue y será lo primero: 

Tus hijos no necesitan cosas, te necesitan a ti.

 La verdad es que tus hijos no necesitan tiempo contigo bajo el mismo techo, o que realmente necesitan tiempo de calidad a tu lado, compartiendo juegos, aprendizajes y experiencias contigo.


  Ellos además de la compañía y atención, precisan límites para aprender lo que está bien y lo que está mal, de esa manera se sentirán protegidos y queridos.  También debes darles un estilo de vida ordenado y en equilibrio en su alimentación y en lo emocional. Y escuchar un "no" de vez en cuando no es malo ni bueno, es simplemente necesario.   

 

  Pasa todo el tiempo que puedas con ellos al aire libre, paseando y disfrutando de la naturaleza, pasa tiempo de calidad durante las comidas, sin pantallas que distraigan la atención y que hagan cercanas a las conversaciones. 

 Los juegos de mesa en familia con los niños también fortalecen los lazos familiares, del mismo modo que darles responsabilidades a los niños hace que se sientan valorados e importantes.  Y una siesta y descanso nunca están de más en un día ajetreado.          


  Enséñale a tus hijos a ser independientes y no los protejas en demasía, aunque no sea del todo agradable, debes dejar que se frustren en ocasiones, pero con tu guía para aprender a manejar esas emociones.      


  Aun de sus equivocaciones pueden aprender e interiorizar la tan importante resiliencia. Así más adelante podrán superar los obstáculos que la vida les vaya poniendo, y es muy importante que sientan que pueden hacerles frente por su cuenta, aunque siempre sepan que pueden contar con tu apoyo.  

 Es fundamental que aprendan que la mejor gratificación es la que se espera y se alcanza con esfuerzo. Y deja que se aburran de tanto en tanto, así su imaginación tendrá espacio para desarrollarse. 


 Y siempre evita usar la tecnología para aplacar su aburrimiento, puede ser un premio, o una herramienta de aprendizaje lúdico, pero sin excederse. 

  

Estos consejos te serán de mucha utilidad para evitar que tus hijo se sientan vacíos y tu hogar siempre permanecerá pleno de amor incondicional por parte de toda la familia.

Fuente: Etapa infantil 

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