6 señales de la carencia afectiva en los niños

La carencia afectiva es un problema cada vez más preocupante en una sociedad donde muchos padres se ven obligados a pasar gran parte del día trabajando, por lo que apenas tienen tiempo para sus hijos. 



  En el caso de los niños es sumamente importante el afecto, y aún así, la vida moderna ha ocasionado que aumenten los casos de visitas al psicólogo por diversos problemas entre los que se figura como causa el poco o la falta total de afecto en el entorno próximo.

  Imagina no recibir amor de las personas más importantes en tu vida. Pues, así se sienten los niños con carencia afectiva. Sé un padre amoroso y haz sentir a tus hijos lo valiosos que son para ti.

  A lo largo de los primeros meses y años, el bebé humano precisa de caricias, abrazos, besos y palabras cariñosas que estimulan su crecimiento y maduración cerebral. Sin este calor afectivo, sin este apego materno-filial, el desarrollo neuronal no se completa adecuadamente.


  Sabemos que no es suficiente con alimentar al bebé para que crezca sano, hay que transmitirle afecto y cariño, hacerle sentir que es amado para que se desarrolle adecuadamente no solo en el plano afectivo, si no también físico y mental.

  Los besos, abrazos, caricias y consejos son señales de afecto que los padres deben demostrar a sus hijos para así evitar la carencia afectiva. No es por capricho o dependencia, demostrarle cariño a los niños contribuye a un buen desarrollo psicosocial.

  No existe nada más gratificante que un padre le demuestre afecto, amor y comprensión a sus hijos. Esto les permitirá crecer en un entorno sano y desarrollar hábitos que imiten lo aprendido en casa.

¿Cuáles son las señales de la carencia afectiva en los niños?


  Durante la niñez, los pequeños requieren muestras de afecto por parte de las personas más cercanas para sentirse queridos y protegidos. A medida de que el niño crece, los padres tienden a tener menos muestras de afecto.
 
 En ocasiones, las largas jornadas laborales y el agitado estilo de vida moderno provoca que los adultos olviden algunas de sus obligaciones familiares, entre ellas, demostrarle a sus hijos gestos de amor que les recuerden lo importantes que son para ellos.

  La carencia afectiva en los niños produce que, de manera constante, se sientan solos o abandonados. 



   Además, debilita la comunicación entre padres e hijos y puede tener repercusiones a nivel de autoestima. De cierta forma, esos niños saben que no tienen a una persona que lo sostengan. Y esa sensación puede llegar a ser aterradora.

  Hoy en día, las nuevas tecnologías ha perjudicado la comunicación y la calidad de los vínculos en las relaciones humanas. 

 Como consecuencia también se ha afectado a padres e hijos. Por ello se puede ver que, a menudo, muchos padres están más atentos a sus teléfonos móviles que a sus hijos, y así los dispositivos electrónicos obstaculizan las relaciones y alteran el orden de prioridades.  

1. Desobediencia


  De la carencia afectiva en los niños nace la necesidad de recibir atención. Para ser el centro de atención, los más pequeños tienden a desobedecer las órdenes de sus padres y a presentar un comportamiento inadecuado, como berrinches y llantos en sitios públicos.

  Los niños que desean cariño y atención de sus padres suelen hacer escenas, y si estas no logran su objetivo, aumentan en intensidad y frecuencia. 

2. Inseguridad


  Al no sentirse seguros y temer todo el tiempo por su integridad física, siempre están a la defensiva y muy alertas a lo que ocurre en su entorno. Por lo tanto, la desconfianza es una señal clara de que algo no está marchando bien.



3. Agresividad


  Cuando los niños son agresivos, lo más recomendable es escucharlos y darle importancia a lo que dicen. Así se sentirán tomados en cuenta y tendrán la confianza suficiente para contar lo que les preocupa.
 

4. Bajo rendimiento académico


  La dificultad de relacionarse con sus compañeros de escuela, amigos e, incluso, primos, es otro de los síntomas de carencia afectiva en los niños.

  La falta de atención y cariño en los niños puede traer como consecuencia trastornos en el aprendizaje y falta de motivación a la hora de hacer las tareas. Según diversos psicólogos, los niños que presentan carencia afectiva tienen problemas de lenguaje y bajo rendimiento académico.


5. El desarrollo físico

  Una de las consecuencias que acarrea la falta de afecto es el retardo en el desarrollo físico del niño. El crecimiento se ralentiza. Esto también está relacionado con déficits fisiológicos. Sobre todo en los casos en los que existe una mala nutrición.


6. Miedo


  Ante las ausencias, los vacíos y las fallas, los niños no se sienten seguros y esto hace que tengan temores a la hora de interactuar con otras personas.

  Las carencias afectivas en los niños que no son tratadas por un especialista, o aquellas que el infante no logra superar, pueden generan una sensación de vacío y desconfianza. Y esta estará presente en las relaciones del niño a medida que va creciendo.


Conclusión


  Los infantes que crecen en un hogar con falta de cariño, se mantienen en un estado de ansiedad permanente. Siempre a la búsqueda de relaciones afectivas que puedan satisfacer sus necesidades de sentirse amados y seguros.

  Es necesario tomar en cuenta que los más pequeños de la casa requieren de constantes muestras de cariño y afecto como caricias, besos y abrazos para crecer. Las muestras de afecto son determinantes para formar su personalidad y  beneficiar su maduración cerebral. 

Sin esas demostraciones de afecto, el desarrollo neuronal del niño no se completa y debilita sus capacidades cognitivas.


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