Vivir en el campo, una opción muy saludable

La vida en el campo es mucho más relajada y menos estresante que en la ciudad, el aire es más puro y la calidad de vida mejora considerablemente.


  La decisión de vivir en el campo tiene grandes ventajas, pero no es apta para todo el mundo. Se trata de una tendencia creciente, que ahora se ha vuelto mucho más accesible gracias a la conectividad global a través de Internet.

  Los beneficios de vivir en el campo van más allá del hecho de escapar de la contaminación, las prisas y el ruido. ¿Sientes curiosidad? En ese caso, sigue leyendo todo lo que vamos a comentarte a continuación con mayor detalle.
    

 La vida es más barata

  La vivienda en los municipios pequeños es considerablemente más barata que en la gran ciudad. 

 Por el precio de un piso en la ciudad, muchos se pueden permitir un chalé o una casa, ahorro que se aprecia también en el coste de algunos productos y en el menor gasto en cuanto a transporte, ocio o impuestos municipales. Así,  cada vez son más los que ven en esta opción un modelo de vida más cómodo.
 
  Desde hace al menos una década comenzó a tomar fuerza la idea de vivir en el campo. Los motivos son muchos, pero pesa bastante la contaminación de las grandes ciudades, así como la velocidad en el ritmo de vida y el estrés que esto conlleva.



  En el 2020 también quedó claro que habitar un entorno rural, con baja densidad de población, constituye una gran ventaja cuando hay problemáticas tales como una epidemia o una guerra. En esos casos, quienes llevan la peor parte son los que viven en las grandes urbes.

  Precisamente, esto ha llevado a que, en los últimos meses, se haya incrementado el deseo de muchas personas de vivir en el campo.

  Está claro que los entornos rurales tienen muchas ventajas, pero tampoco se puede desconocer que implican ciertas limitaciones. Así mismo, no todo el mundo es capaz de adaptarse a esos entornos, así que la decisión debe ser muy reflexiva.


Las ventajas de vivir en el campo


  Ya son muchas las personas que dejaron de soñar con vivir en una gran ciudad. También son muchos los que nacieron y crecieron en una inmensa urbe y están hartos de ella.

  Crece el número de personas que piensa que vivir en el campo es una magnífica opción. ¿Por qué? Estas son algunas de las razones:
- Menos gente, mejores relaciones vecinales: En las ciudades grandes casi todo el mundo es anónimo. Las altas densidades no favorecen las relaciones humanas, sino que, por el contrario, las empobrecen. En el campo hay vínculos más fuertes y solidarios.


- Más espacio. Las urbes suelen tener la tierra más costosa: Por lo mismo, las viviendas son cada vez más pequeñas y, a la vez, más caras. En el campo la noción de espacio es otra y predomina la amplitud.

- Un entorno más limpio y saludable: Las grandes ciudades se han vuelto paulatinamente menos saludables para el ser humano, en gran medida por la proliferación de coches. El aire limpio es un bien que se aprecia cada vez más.
- Vida más barata: Las grandes ciudades suelen ser más costosas, sin ofrecer a cambio un auténtico plus. 

 En las zonas rurales el costo de vida tiende a ser más bajo, aunque no haya tanta disponibilidad de bienes.


- Otro ritmo de vida: En las ciudades, la mente, el cuerpo y la vida funcionan a mayor velocidad. Lo propio de lo urbano es la rapidez. 

 En el campo se baja el acelerador y es más fácil estar y permanecer serenos.
 
- La conectividad: Cada vez se vuelve más fácil trabajar de manera remota y por eso estar lejos de los grandes centros urbanos ya no es un problema para muchos. 

 Si hay una conexión a Internet, estás conectado con el mundo en cualquier lugar en donde te encuentres.


Salud mental, un gran regalo del campo


  Adicionalmente se dice que otro de los grandes beneficios de vivir en el campo es que se cuida más de la salud mental y se previenen trastornos como el estrés y la ansiedad. 
 Por esto mismo, muchos profesionales de diversas áreas (no solo de la psicología) han decidido estudiar esta relación en varias oportunidades.
  Algunos estudios sugieren que vivir en la ciudad contribuye al aumento del riesgo de psicopatología. Sin embargo, son necesarias más investigaciones, pues en la salud mental influyen muchos otros aspectos.


  También es cierto que se pueden encontrar algunos inconvenientes de vivir en el campo. La lejanía de algunos servicios o comodidades y la mayor dependencia de un vehículo propio son algunos de ellos.

  Sin embargo, seguro que la tranquilidad, paz y salud que te aporta la vida rural lo compensa.

  Una persona que sea muy activa puede sentirse algo desconcertada en un medio rural. 

La vida social, aunque es más genuina y profunda casi siempre, también es de menor volumen. Quien viva en el campo debe sentir empatía con la naturaleza, así que si todo te parece “un bicho”, quizás no sea buena idea irte de la ciudad.




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