"Eres un tatuaje en mi alma", un precioso poema de Jacques Pierre


“Eres un tatuaje en mi alma”




   ...una de esas huellas que no entienden de los años, raíces de un amor que esconden en lo profundo sus verdades, uniendo en trazo de sus besos a lo hondo de las carnes del cuerpo.

   Un ave que no lleva alas en su vuelo, un pájaro que sueña un horizonte que nunca atrapa pero en el que siempre anida, así mi abrazo anhela jamás soltarte, cuando en verdad, en abrazarte está toda mi vida.


Ojalá te ames

 

Ojalá te ames

un cuarto, un quinto, un medio

de lo que yo te quiero,

y tendrás de amor mil mares.

Y tendrás de sol mil cielos.

 

Ojalá te ames,

un sexto, un tercio, un octavo,

de como yo de amor te he soñado,

y tu alegría barrerá todos los males.

Y felices caerán todos tus dados.

 

Y si puedes amarte tanto como yo te amo,

todos tus soles serán de sombras largas y suaves

y habrá un beso siempre en tu boca esperando

como en mis labios de hambre sin medidas

por tus labios con mi sonrisa  favorita

 

  Ámate antes de tus bondades,

ámate después de tus yerros,

Porque si puedes amarte por lo bueno,

No olvides que sin equivocarse no muere nadie,

Y mírate entonces como yo te veo,

Y como yo te amo, ojalá te ames.

 

 

Se ha ido

 

Ya no está ella en su mirada esquiva,

ni en mis labios en que alguna hizo sus besos

se ha ido y muy profundo veo de recuerdos su pupila.

 

Veo y no está el reflejo que espero,

veo y veo que no me mira.

 

Hondo el mar pero más honda la lejanía

del puerto que no es puerto,

de ella cerca, que está tan lejos,

de ella conmigo, pero que ya no es mía.

 

Sé sin quererlo, que nunca la he tenido.

En esta noche que esconde sus lunas,

tacho las líneas de amor que mal me han querido,

y cesa en mi pecho desnudo el viento de las dudas.

 

Yo no creo promesas a la esperanza,

no la he visto, nunca has estado,

eres falsa y cruel y nunca tu senda firme he pisado,

dices llegar mientras más lejos te lanzas...

 

Esta noche trae enteros todos los fríos.

Y en una pregunta mi corazón recita:

 "¿es este frío la noche del polo?"...

Y en otro eco el silencio explica:

"es el único frío cierto, el estar solo"...

Y pronto ya hasta el silencio con ella se ha ido,

y su recuerdo de lágrimas ahogo:

"en mi pecho siento a todos los fríos hondos, y muy míos".

 

A mis sueños los recibo despierto y durmiendo mido mis días.

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